24 AL 26 DE OCTUBRE DE 2014
HOTEL SOL DE ORO | LIMA, PERÚ
VIII JORNADAS DE LA NEL
EVA-LILITH
N° 12 | 15 de Agosto de 2014
Boletín de las VIII Jornadas de la NEL

Cartel Familia y Pareja
Mónica Pelliza

Existe una multiplicidad de formas de familias en el mundo contemporáneo: la familia tradicional así como aquellas homo-parentales, mono-parentales, ampliadas etc. Cualquiera sea su estructura Lacan plantea que hay un punto irreductible de la posición de padre y de madre jugándose estas perspectivas en quien las asuma, más allá de la diferencia anatómica.

En el texto Las nuevas inscripciones del sufrimiento en el niño, E. Laurent llama nuestra atención sobreun punto que Lacan plantea en el Seminario de un Otro al otro donde el perverso tendrá su objeto -la mujer fálica- y el neurótico a la familia con el objeto a en tanto que liberado, como residuo.

Se trata de familias que toman al niño como objeto, objeto de goce, objeto a. Es a partir del niño que se organiza la familia, pero no en tanto que ideal sino en tanto que condensa goce de la madre, de la familia y de la civilización.

Si se sostiene a este niño como objeto de goce existe la posibilidad de reducirlo a un conjunto de manifestaciones somáticas, donde se minimiza el eje subjetivo. Así la hiperactividad, dificultades en la concentración y aprendizaje, caprichos, trastornos bipolares, adicciones, compulsiones etc., son abordados desde la psiquiatría y la medicación.

En el texto citado E. Laurent precisa el mecanismo para "poner freno al goce", más allá del Nombre del Padre. Se trata de un padre residuo que en tanto instrumento permite mantener un lazo entre imaginario, simbólico y real. Se conoce a este padre por un acto. Se trata de poner un freno al empuje al goce mortal autorizando una relación viable con el goce.

La subjetividad, la humanidad, el sujeto mismo se construye a partir de la familia conyugal. No se trata sólo de la satisfacción de las necesidades. Se trata de la trasmisión del estatuto del deseo; de que la madre tenga un deseo no anónimo por el niño, un interés particularizado por ese niño y que el padre sostenga una encarnación de la ley en el deseo.

En el mundo contemporáneo hay familia cuando a través de la satisfacción de las necesidades y de los cuidados al niño se produce ese objeto de goce. La familia se estructura, se organiza a partir del niño colocado en posición de objeto a.

Retomo el texto de Lacan "Nota sobre el niño" en la cual el niño colocado como objeto en el fantasma de la madre responde a la posición psicótica. Pero más allá de la psicosis el niño en tanto objeto puede poner en juego algo del goce femenino de la madre.

Es interesante seguir las hipótesis de Leda Gimarães, quien en el "El estatuto de la feminidad en nuestros días" formula que queda un remanente de la fantasía en toda madre que responde al goce femenino que impacta la subjetividad de los niños. Se trata del goce femenino de la madre en tanto que mujer. Este goce apresa al niño como objeto del goce femenino, llegando a disfrutar del goce femenino a través del amor materno.

Se relaciona con un amor infinito e incondicional, indecible. Localiza en el niño la posición de objeto en la que ella misma se sitúa, en su propia fantasía, como mujer.

El goce femenino no se circunscribe a las mujeres, sabemos que el hombre puede alojarse en el lado femenino de las fórmulas de la Sexuación donde se juega el No-Todo. Sea hombre o mujer quien cuide del niño, queda preso, en algún punto, como objeto del goce femenino. Esta posición de objeto del niño angustia a la madre puesto que la enfrenta a un goce íntimo. A un niño objeto le corresponde una madre angustiada. Encubre lo real con un semblante engañoso: hijo desprotegido, enfermo, defectuoso etc.

¿Cuáles las consecuencias subjetivas en el niño apresado en esta posición de objeto condensador de goce de la madre, de la familia y de la civilización? Ya no se trata de una familia regulada por el Nombre del Padre, la familia tradicional, donde los efectos subjetivos son conocidos como las neurosis, psicosis y perversiones clásicas. La desregulación del goce produce estragos en la subjetivación fantasmática de su condición humana como sexuado. El impacto de la desregulación llega a través de las toxicomanías, problemas de alimentación, comportamientos transgresores - delictivos etc.

Es una apuesta para el psicoanálisis tratamiento del No-Todo.

Referencias Bibliográficas

  • Laurent E., Las nuevas inscripciones del sufrimiento en el niño, Psicoanálisis con niños y adolescentes, Ed. Grama, Buenos Aires, 2007, p.37.
  • Guimarães Leda, El estatuto de la feminidad en nuestros días, LOGOS 7, Ed. Grama, Buenos Aires, 2012, p. 58 y 59.

Comisión Editorial Boletín Eva-Lilith

  • Raquel Cors Ulloa
  • María Hortensia Cárdenas
  • José Fernando Velásquez

NEL - Nueva Escuela Lacaniana