24 AL 26 DE OCTUBRE DE 2014
HOTEL SOL DE ORO | LIMA, PERÚ
VIII JORNADAS DE LA NEL
EVA-LILITH
N° 13 | 18 de Agosto de 2014
Boletín de las VIII Jornadas de la NEL

Comentario a citas de Jaques-Alain Miller
Mayra de Hanze

"La puerta de su última enseñanza viene a abrirse con la concepción del goce femenino como principio del régimen del goce".
"Aquello que (Lacan) llegó a entender por el sesgo del goce femenino, lo generalizó hasta transformarlo en el régimen del goce como tal".

Efectivamente Miller en su clase V del seminario "El ser y el Uno", precisa que Lacan ubica el goce como tal, al goce no edípico, el goce concebido en tanto sustraído, fuera de la maquinaria del Edipo, es el goce reducido al acontecimiento del cuerpo, es decir, no es acontecimiento del lenguaje y por tanto haciendo objeción a la dialéctica.

Recordemos que el goce edípico es aquel que debe ser rechazado para ser alcanzado, es el goce que debe pasar por un no, prohibido en primer término, para ser luego positivizado, permitido. Este es el goce que responde al Nombre del Padre. Está permitido en la medida que pasa primero por el "no" de la prohibición.

Lacan no desmintió la incidencia de la interdicción para el goce propio de la mujer, pero aisló una fracción de goce que no responde al esquema susceptible de ser resumido en términos de rechazar para alcanzar, donde la interdicción es una etapa en el camino de la permisión.

Aisló de este modo un goce insimbolizable, indecible, que guarda afinidades con el infinito, que no fue triturado por la maquinaria "no-si".

Es por este sesgo que podemos entender la vecindad entre goce femenino y psicosis sostenida en la expresión de Schreber: "Sería maravilloso ser una mujer que padece el acoplamiento".

Por esta misma vía recordaba la expresión de Lothar Berfelde devenida Charlotte von Mahlsdorf: "Yo soy mi propia mujer" que corresponde al título de sus memorias, publicado por TusQuets en primera edición el año 1994.

De un modo más poético tengo presente la escritura de Vladimir Maiakovski, como aquello que resiste a este goce femenino.

…Si lo desean
Comeré carne hasta ponerme rabioso
Y como el cielo, mudaré de tono
Si lo desean
Seré impecablemente tierno
No un hombre
¡Si no una nube en pantalones!

En su muy última enseñanza Lacan generalizó lo que alcanzó a entrever lo del goce femenino para generalizarlo, este alcanzaría también al reparto masculino, de ahí que podamos decir: "Lo femenino no sólo es asunto de mujeres".

Comisión Editorial Boletín Eva-Lilith

  • Raquel Cors Ulloa
  • María Hortensia Cárdenas
  • José Fernando Velásquez

NEL - Nueva Escuela Lacaniana