24 AL 26 DE OCTUBRE DE 2014
HOTEL SOL DE ORO | LIMA, PERÚ
VIII JORNADAS DE LA NEL
EVA-LILITH
N° 19 | 1° de Septiembre de 2014
Boletín de las VIII Jornadas de la NEL

Respuestas a Eva-Lilith
Flory Kruger

Eva-Lilith.: En este momento de nuestra elaboración sobre la clínica psicoanalítica donde nombramos lo femenino como el pivote de la experiencia, ¿Cómo ubicar aquello que se afirmaba en Freud y en Lacan, sobre la primacía del falo?

Flory Kruger.: Cuando Freud inventa el psicoanálisis, sostiene su teoría sobre dos ejes: sexualidad y muerte. Época victoriana caracterizada por la represión y la prohibición del sexo. El Edipo le sirvió como sostén de sus desarrollos y el falo como ordenador del destino sexual de los seres humanos, lo cual le valió a la mujer un lugar secundario respecto de esa primacía, en la medida en que sólo podía tenerlo recurriendo a una equivalencia simbólica: el hijo como representante del falo del cual estaba privada. La pregunta sobre la mujer fue su límite, Lacan avanzó mas allá de Freud, ya que aún conservando al falo como organizador, dio una respuesta desde los modos de gozar de cada uno, proponiendo un goce en más, del lado femenino, que es lo que nos permite superar la primacía fálica. Sus características de ilimitado, innombrable, intrasmisible, nos evocan los modos de goce que en nuestra clínica hoy, escuchamos a diario.

Eva-Lilith.: El psicoanálisis, como dice en algún lugar Miller, ha inventado tal vez otro goce, el goce puro de la palabra, y recomienda que el analista esté alejado del goce que podría resultar para él mismo de esa posición. ¿Cómo se hace el giro desde ese otro goce puro de la palabra al goce donde el significante no comunica, sino que solo nombra?

Flory Kruger.: Sería bueno tener la referencia de Miller a la cual te referís, pero supongo que se trata de ese goce puro de la palabra que nos queda del lado del sentido, precisamente, ese goce que, en la primera época de Lacan cuando define al inconsciente estructurado como un lenguaje, se alimenta con la producción de nuevas significaciones, época donde la interpretación busca revelar una verdad reprimida como modo de levantamiento del síntoma. Lo que luego comprueba Lacan es que lejos de disolverlo, el sentido engorda el síntoma. Es por eso que al final de su enseñanza jerarquiza este otro goce, goce que nombra y no comunica, goce que se encuentra al final de un análisis, goce que se obtiene a partir de una interpretación diferente, que en lugar de apuntar a la creación de nuevos sentidos, se orienta hacia la reducción de todos los sentidos, los modos de intervención que se proponen para lograrlo son el corte, la interpretación por el equívoco o bien, la famosa indicación de perturbar la defensa.

Eva-Lilith.: ¿Podría hablarse de una "clínica de lo femenino" a partir de la puntualización del no tener, (no tener derecho, el ser excluido), de la mascarada, del hijo como sustituto; pero ello está en la lógica del falo. ¿Una "Clínica de lo femenino" del lado de lo real es la clínica del dolor psíquico que se enraíza en el cuerpo, de una cierta relación con el infinito, con el exceso y con el estrago, con realizarse en el no tener?

Flory Kruger.: Cuando hablamos de una clínica de lo femenino desde Freud, nos encontramos con la mujer en falta, cuando hablamos del tema desde Lacan, nos encontramos a la mujer con un plus, son miradas que se sostienen de lugares diferentes, la freudiana, desde la lógica fálica del tener o no tener, la lacaniana, si bien conserva al falo, no lo hace desde el tener o no tener, sino que lo refiere a una posición respecto del goce, además plantea un goce que puede ir mas allá del falo. De todos modos, hoy tenemos que incluir en nuestras reflexiones una pregunta acerca de si esta división entre masculino - femenino, está vigente en el siglo XXI. El tema de la sexualidad y la definición del género, es una cuestión que está presente en nuestros diálogos cotidianos, en diarios y revistas, en internet y también en nuestros consultorios. Hace unos días, salió en uno de los diarios más leídos de Buenos Aires un artículo que comentaba una oferta por internet, de Facebook ofreciendo 50 opciones de género diferentes para que cada uno pueda identificarse al que mejor le convenga. Es el caso de dos pacientes que vienen a verme, ambos dicen no poder definir su género a pesar del sexo biológico, ni siquiera representa una preocupación para ellos, sostienen que pueden relacionarse con ambos sexos sin necesidad de definirse por ninguno de ellos. Es un tema que trataremos en nuestras próximas Jornadas Anuales, "Bordes de lo femenino. Sexualidades, maternidad, mujeres de hoy". Allí tendremos ocasión de interrogarnos acerca de la clínica de lo femenino, cuando lo que está en la mira es el modo de gozar de cada uno, y eso excede el género en juego.

Comisión Editorial Boletín Eva-Lilith

  • Raquel Cors Ulloa
  • María Hortensia Cárdenas
  • José Fernando Velásquez

NEL - Nueva Escuela Lacaniana