Posición femenina
Alicia Arenas
Cuando Lacan establece el lado femenino de las formulas de la sexuación en la lógica del no todo, dice que se trata de una parte del goce femenino que no está regulado por el falo y que del mismo modo, un hombre que se sitúe en esa en posición no será menos viril.
Al mismo tiempo, la ausencia del límite fálico podría llevar al sujeto a una dimensión en la que se presente un goce que apunta al infinito, como sucede en la psicosis. Sin embargo, habría una diferencia entre goce femenino y posición femenina, pues no se trata aquí de infinitud, sino de algo del orden de lo innumerable, en tanto las leyes del significante no están en juego, porque falta el significante de La Mujer.
Con la pregunta ¿Qué es una mujer? la histérica intenta simbolizar el órgano femenino desde una posición de identificación masculina a modo de aproximarse a algo que se le escapa y que le es imposible nombrar.
Ese lugar imposible es el que Lacan da al analista, no sin señalarle el uso del semblante. Sócrates en el Banquete está en posición de analista en relación a Alcibíades, tanto porque este lo sitúa en posición de amado, objetivándolo, como porque hace uso de ese mismo semblante para señalarle el lugar que Agathon ocupa para él. La posición del analista se inspira en la de una mujer que se sitúa entre centro y ausencia, de tal modo que el goce femenino se torne en posición femenina.
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