24 AL 26 DE OCTUBRE DE 2014
HOTEL SOL DE ORO | LIMA, PERÚ
VIII JORNADAS DE LA NEL
EVA-LILITH
N° 38 | 7 de Noviembre de 2014
Boletín de las VIII Jornadas de la NEL

Todavía saboreando el gusto de las VIII Jornadas de la NEL, desde el Boletín Eva-Lilith difundimos para ustedes los textos de las mesas de Arte, de lo Femenino hoy y del Cartel. Que los disfruten!

Intertextualidades *
Mayra de Hanze

Lacan a partir de los años 70 se interesa particularmente por la condición del significante solo, aquel que no tiene la intención de comunicar, incluso reta a un discurso que no fuera del semblante, justamente en ese contexto nos dice "la mujer que no existe", es la letra, letra que indica el significante que no hay Otro, S (A/)

Creería desde las lecturas realizadas a la producción de AP que hay en ella un cierto presentimiento de ese significante solo, aislado.

Ana Becciu, editora de sus "Diarios" , nos dice; "que la lectura de estos diarios nos sirvan, para entender que la vida de Alejandra no fue una pose, que fue una escritora que le dolió serlo, porque casi nadie podía mirarla, comprenderla y amarla tal cual era, y cuidarla para que pudiera seguir escribiendo esos poemas que ahora son lenguaje.

Es en este sentido, la primera escritora latinoamericana que escribe un diario, concibiéndolo como parte de su proyecto de obra literaria. Trabajar escribiendo en sus diarios es para ella tan indispensable como trabajar con sus poemas.

La escritura del diario está estrechamente relacionada con la búsqueda de una prosa, la ambición de dotarse de un lenguaje concreto que le permita un día escribir una novela, un proyecto que evocará varias veces en los años sesenta y en el que piensa por primera vez en 1955 en estos términos: Pensando en la obra literaria, lo mejor que se me ocurre es una especie de diario.

Es decir; no serían cartas ni un diario común. Podría estar dividido en tres partes. Una dedicada al amor, la otra a la angustia, la tercera a mon dieu... sería cuestión de resolver, de elegir: o captar el mundo o rechazarlo.

El destino de este diario: hallar en él algo a modo de continuidad.

De esto tratarán sus diarios hasta el final de su vida: de amor y de sexo, de angustia, de elegir; o captar el mundo o rechazarlo. Habla del deseo, de las formas del deseo en ella, analizándolos y nombrándolos con tanta lucidez y claridad que la convierten innegablemente en nuestra contemporánea.

Victoria Ocampo dirá que Alejandra practica la estética de la locura, como defensa contra la locura.

Se podría decir que en ella hay una cierta certitud respecto a la falla del lenguaje para expresar lo principal de cada uno, haciendo de su escritura un bordeamiento del vacío.

Pero ¿de qué vacío se trata y cómo traslada esto a su poesía?

Notas:

* Trabajo expuesto en las VIII Jornadas de la NEL.
Mesa Redonda Literatura y Psicoanálisis.

 

En esta noche, en este mundo:

I

no/las palabras/no hacen el amor/hacen la ausencia/si digo agua ¿beberé/si digo pan ¿comeré?/

II

en esta noche en este mundo/extraordinario silencio el de esta noche/lo que pasa con el alma es que no se ve/lo que pasa con la mente es que no se ve/lo que pasa con el espíritu es que no se ve/¿de dónde viene tanta conspiración de invisibilidades?/ninguna palabra es visible/sombras/recintos viscosos donde se oculta la piedra de la locura/corredores negros/los he recorrido todos..http://viii.jornadasnel.com/

Alejandra piensa que ella no es moderna, que si su poesía lo es, se debe, más que nada, a su fragmentación, a su disgregación, a su pulverización del poema.

En otro momento dirá: Al leer el artículo de Blanchot sobre Freud; Los avatares de la palabra errante, de la palabra inútilmente profunda, eso describe mi conflicto esencial con el lenguaje.

Entre otros problemas, escribe; padezco el de la revivisección de las palabras aisladas. Como si esas joyas con que contemplo mis escritos tuvieran por finalidad excusarme de la precariedad de la prosa que escribo.

Nos recuerda todo el tiempo: Yo no quise ser estos fragmentos. La importancia del fragmento es que nombra mi herida.

Curar el poema es curarse. Cada poema, cada verso es un ser. Digo que todo es en sí, a solas, aislado y fragmentado. Dura faena la de unir los fragmentos. Eso se llama curar el poema como una herida.

Mi dificultad con las comas es parte de mis dificultades con el lenguaje articulado y estructurado. Supongo que pertenezco al género de poeta lírico amenazado por lo inefable y lo incomunicable.

El problema es el de siempre: ¿cómo podría yo atreverme a escribir en una lengua que no conozco?

El error consiste en alimentar la esperanza de un día nuevo en el que escribiera cosas nuevas: objetos externos, hechos objetivos, etc.

Lo que nunca pude es percibir el ritmo del lenguaje, ni ningún ritmo. Cuando leo, leo cada palabra aislada, aun las preposiciones, como si estuviera haciendo una autopsia. Ello deriva de mi inercia psíquica.

Alejandra escribe en sus Diarios que hay una temprana percepción consciente sobre la ausencia: Palabras. Es todo lo que me dieron. Mi herencia. Mi condena. Pedir que la revoquen. ¿Cómo pedirlo? Con palabras.

Las palabras son mi ausencia particular. Como la famosa <<muerte propia>> (famosa para los demás), en mí hay una ausencia autónoma hecha de lenguaje. No comprendo el lenguaje y es lo único que tengo. Lo tengo sí, pero no lo soy. Es como poseer una enfermedad o ser poseída por ella sin que se produzca ningún encuentro porque la enferma lucha por su lado-sola- con la enfermedad que hace lo mismo. Yo escribo a falta de una mano en mi mano, a falta de dos ojos frente a los míos, a falta de un cuerpo exterior a mí sobre el cual apoyarme -un minuto siquiera- y llorar. (Lágrimas visibles, que se puedan secar, que la mano deseada pueda enjugar) Este silencio de las palabras que me invade, de las que digo y escribo, es el horror, el vértigo, el dolor en su estado más puro. ¿En dónde hallar una presencia humana que me calme? Nunca nadie lo pudo; ni amigos, ni amantes. Solo cuerpos vacíos que apenas diferencio de las cosas y sólo fantasmas que he amado hasta pulverizar mi conciencia y mi memoria. Pág. 325. (Diarios)

Yo sé que llevo un sueño. Sé cuál es, por qué está y para qué pero no me desenlazaré de este sueño sino por el arte.

Llena con tu muerte el vacío de tu vida/Llena con tu sol el vacío de tus noches/Llena con tu silencio el vacío de tus palabras. Pág. 253 (Diarios)

Es seguro que la escritura en AP; su diario, su poesía, su infierno musical, funcionan como S K beau y que su bella pero desgarradora forma de anudar esa ajenidad del lenguaje, del cuerpo y el sexo encarnan su sinthome.

Comisión Editorial Boletín Eva-Lilith

  • Raquel Cors Ulloa
  • María Hortensia Cárdenas
  • José Fernando Velásquez

NEL - Nueva Escuela Lacaniana